Colaboración por Nahila Hernández San Juan
“Sahara Race” ufff toda una experiencia. De lejos la carrera más difícil que he hecho, también muy emocionante, y es solo el comienzo.
Se desarrolla en el desierto de Egipto, de ahí su nombre que significa desierto. Por cierto, fue lo primero que aprendí al llegar al aeropuerto de El Cairo. El taxista me explico en un inglés muy, pero muy básico que Sahara y desierto significan lo mismo. Así que cuando decimos desierto del Sahara, es como decir la playa de playa.
Como decía, esta es la primera. La serie 4 deserts de Racing the planet, incluye 250 km en cada uno de los 4 desiertos mas extremos en el globo terráqueo. En Marzo, espero verme en el desierto de Atacama en Chile.
Siempre lo digo, en la ultradistancia, cada carrera es una experiencia de vida y nueva, pero sin duda, el Sahara me marcó. Todo inició meses atrás cuando decidí que quería hacer toda la serie, iniciando con el Sahara. Yo ya había participado en un evento deportivo del tipo en Marzo de 2009: El Marathon des sables en Marruecos y pensé que sería similar, lo cual en definitiva me equivoqué.
Es una carrera que se desarrolló en 5 días a lo largo de 250 km por el desierto finalizando en las pirámides de Guiza, aunque esto es sólo una entrada triunfal, un cierre simbólico, pues realmente terminas con el día de 94.5 km. Si, esa es la distancia del cierre de carrera. Sin embargo ahí no empieza la aventura, desde que tomé la decisión esta carrera fue distinta.
Inicié a pensar en ello después de mi recuperación del Himalayan 100 mile stage race. En febrero terminando mis primeras 100 millas non stop, decidí ir por la serie. Unos dos meses antes de partir me enfoque en la preparación mental, a pesar de seguir aquí físicamente mi mente ya estaba en el Sahara. En las mañanas escuchaba música árabe para entrar en el mud (ambiente) simbólicamente. Por otro lado, la logística y el trabajo dedicado para conseguir patrocinios fue una locura. Hubo marcas que creyeron y siguen creyendo en mi proyecto, que me apoyaron y se los agradezco por haber hecho este reto posible y así entre toda la locura de preparación de pronto ya estaba en Egipto.
Inicialmente sólo pensaba en realizar la carrera, sin fijarme un lugar específico, era la primera vez que corría esta carrera y no sabía que me esperaba, por lo que mi principal objetivo era terminarla, soñando llegar entre las primeras 10 mujeres de mi grupo de edad, finalmente los resultados fueron magníficos, terminé en 3er. Lugar.
Había atletas de primer nivel, mujeres muy fuertes, con mucha experiencia, corredoras consagradas. Para mí fue un gran honor haber terminado en esa posición.
Físicamente, como ya mencioné, ha sido la carrera más agresiva. Mucho dolor físico, un calor insoportable y una mochila de la cual dependía mi vida. Tocamos los 50° varias veces y el resto del tiempo encima de los 40°. Contaban algunos organizadores que ha sido el año más caluroso. En esas condiciones TODO cambia. El desgaste físico en esas circunstancias es mucho mayor. Si a esto le agrego que el descanso no era bueno ni suficiente. Una noche hubo un calor imposible, otra moscas, otra una tormenta de arena, otra piedras enormes sobre las que había que dormir y corredores roncando toda la noche. Paralelamente, mi comida era insuficiente, pues aun cuando llevé los nutrientes necesarios, la sensación de hambre no es bonita. Con ese escenario, las cosas se ponían más difíciles cada día.
En cuanto al terreno, predominaron las Dunas y los Platos que son llanuras interminables, con piedras, algunas de más de 10km. Pasamos por áreas con restos marinos de más de 40 millones de anos, fósiles de organismos antiguos, etc… Las vistas casi siempre fueron mágicas. Entraba en una soledad absoluta por varias horas al día y lo disfrutaba. A veces ver hacia el horizonte y no ver más que arena, provoca ansiedad, a mi me da mucha paz.
En cuanto a lo mental y lo espiritual, que puedo decir: una experiencia única, con paisajes hermosos y llevándome al límite. Esta experiencia me dejó, entre muchas otras cosas, un aprendizaje que atesoro: Descubrir que después de la fuerza mental hay algo más. MI ESPIRITU, una esencia que rebasa lo racional y lo controlable. Esto lo descubrí el día largo, cuando el dolor físico (en los pies específicamente) era indescriptible. Cuando después de 40 km no lograba controlarlo con mi mente. No funcionaba nada, y entonces como magia me di un ultimátum a mi misma y sucedió: Me desconecté por los siguientes 50 km y regresé al dolor en el kilometro 90, cuando ya nada importaba pues faltaban 4.5 km. Sin duda, esto enriquecerá mi vida, mis conferencias y el mundo a mi alcance.
Al final, el saldo es aceptable respecto al premio que me llevo para toda la vida. Perdí 6 uñas que es parte de lo normal, muy normal. Finalicé la carrera sin lesiones lo que en el fondo quiere decir que mi cuerpo es más fuerte y resistente. Además, es un punto clave para regresar al entrenamiento más rápido, fundamental para mi próxima carrera.
Pensando en Marzo, tengo poco tiempo. Hoy estoy en entrenamiento de recuperación y entro en materia en unas 2 semanas más. Se requieren apoyos adicionales, es necesario contar con los recursos necesarios para estar en condiciones de seguir con esta aventura que sólo han completado 4 mujeres en el mundo. Agradezco a quienes están conmigo ya: Brooks, Suunto, Mistertennis, RunMX, Orthin Laboratorios, EFX, CONADE, Cuadrilátero, Sport City y Logholística.
Si quieres ver imágenes, información de mis conferencias y talleres o estar en contacto:
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