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Esta mañana ha sonado el despertador – crónica del Skymarathon en el Iztaccíhuatl

Skymarathon Iztaccihuatl 2012

Me gusta regresar cada año al Skymarathon en el volcán Iztaccíhuatl, esta carrera del circuito Solo para Salvajes, considerando la altura y el terreno es la prueba de montaña más dura en México, también es una travesía con inigualables escenarios.

Les compartimos esta emotiva crónica de Ernesto, quién desde Monterrey vino a conquistar el Iztaccíhuatl.

Por Ernesto Perez Aldret

Esta mañana ha sonado el
despertador… volteo y veo que son las 3:50 am. La noche está muy tranquila,
sin ruido y la luz de la luna entra por la ventana, como si me quisiera dar
un mensaje, aun sigo sentado en la orilla de la cama, cierro los ojos y medito
por un tiempo, en lo que me ha dado el 2012, un buen año.

Pero también se que
hoy correré la ultima del año, una carrera solo para salvajes …o que se necesitaría
estar loco para correr algo sin sentido. Aun siento el reclamo de mis
piernas por los 42 km en Monterrey hace ocho días, pero el espíritu me fortalece y el
reto es ahora, lo viviré por que siempre se que quizás no exista un mañana o
porque no se si lo vuelva a experimentar.

Veo el reloj y el tiempo corre a una velocidad que en muchas ocasiones quisiéramos
nos esperara, pero es hora de preparar la mochila que me ha acompañado en varias
carreras y que hoy será la ultima del año, el desgaste también se ve en
ella.

El camino a la salida de meta, en realidad es corto, veo caras conocidas, otras
que apenas si recuerdo, pero todos nos saludamos, deseándonos un feliz año y
con la esperanza de volvernos a ver; ya que a veces no nos veremos en la meta sino hasta la próxima carrera o tal vez no exista una próxima.

El voceador de la carrera da la primera llamada,
la euforia de esta conquista se ve presente, aun con los extranjeros que vienen
por la mejor conquista. Una francesa me pregunto cuantas veces he logrado subir al Iztaccíhuatl, le he dicho que
seria mi primera vez. Wow dijo y me deseo la mejor de las suertes me dice que
es una prueba de alto rendimiento, pero que cuando este arriba y lo logre,
trate de tocar más allá del cielo, tomate el tiempo y vívelo!

Le pregunte a
cerca de su experiencia y solamente se que corrió la UTMB, la prueba mas difícil
de Francia y que esta tiene una complejidad de respeto, con sus palabras.

De momento me siento sorprendido y alagado a su vez, pero mi corazón empezaba a
titubear, llene de aire mis pulmones y la derrota no será parte de mi. Aunque
hay que saber cuándo retirarse.

El voceador da la tercera llamada para el conteo regresivo y todo mundo
contando con una fuerza de victoria que te llena de energía.

Empieza la carrera, el corazón salta de alegría, toda una nube de polvo va quedando en el camino, de momento se ve lejos la montaña, majestuosa
y retadora esperando a ser conquistada solamente por aquellos que tengan el espíritu
y valentía de seguir adelante.

Skymarathon Iztaccihuatl

Habrá caídos, raspones, inclusive fracturados o
hasta quemados por el mismo celoso sol.

Mas de la mitad del camino ha sido espectacular pero el reto apenas ha comenzado, es hora de preparar los bastones
para la escalada, las piernas saben que se requiere de un gran esfuerzo, todo
es subida sobre caminos fracturados, con la posibilidad de caer, el latido del corazón es cada vez mas fuerte.

Descanso cada 10 minutos y el avance parece
eterno, alguien ha dicho que estamos a 4600 msnm, el
dolor de cabeza me ha dado más fuerte, el sudor es frío, el corazón se está
cansando, me detengo porque el mareo no me hace estar en mis cinco sentidos.

El avance es lento, veo caer gente de corazón y
levantarse hasta casi llorar, otros acalambrados, una de
las coordinadoras me dice ya has llegado, ya eres un ganador salvaje, al escuchar estas palabras no puedo decir nada, el aliento esta exacto y la voz
se me quiebra, un par de lagrimas aparecen al colocarme la pulsera de comprobante.

Me siento en una de las piedras y veo todo como si fuera cámara lenta, sabré
que me llevaré este gran recuerdo en mi mente.

Es hora de partir y descender de este gran monumento. El impacto en las piernas
es fuerte, las horas han pasado, se que llegaré de los últimos pero tratare de
llegar dentro del tiempo límite, la tierra es frágil y me lleva como olas en el
mar, logro sentir esta brisa y la libertad con una melosa melancolía de niño,
resbalo entre la tierra, he caído, mis mallas se han rasgado y la rodilla me
sangra, me levanto y río.

Continuo descendiendo , el sol está en su máximo esplendor, y a lo lejos
veo la meta, la llegada, la tierra del camino es densa como si no me quisiera
dejar ir, paro y tomo el último aliento con bríos y doy fuerza andando,
logrando cruzar la meta.

La sensación es indescriptible, pero puedo decir y con
respeto a las creencias de cada quien, que conoces a Dios y sabes que no estás
solo. Y que los sacrificios que hay que hacer tienen un gran valor.

En la mente de un corredor
vuelan muchas palabras de gran valor y de gran peso, se que para el próximo año seguiré siendo parte de estos locos por vivir y correr.

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