Por M. Sc. Pedro R. García, nutriólogo y asesor científico del GSSI

El peso corporal es una variable muy importante para el corredor. No sólo por ser su control una de las razones que estimula a las personas a comenzar a correr, sino que tiene una importancia vital en el rendimiento.

De hecho, al analizar a los corredores de alto nivel, una de las constantes encontradas, a parte de una buena economía de carrera y un alto nivel de consumo de oxígeno, es la presencia de un bajo peso corporal y un escaso nivel de tejido adiposo. Y es que sin duda, tener una masa corporal más elevada y trasladarla durante 42 kilómetros o más, implica que tengamos que gastar energía adicional en el proceso de vencer la gravedad en cada paso.

Si bien pesarse es una actividad común para muchos, es importante saber que ese número que refleja la balanza está compuesto por diferentes tejidos, y es el tejido adiposo en el cual debemos enfocarnos para planificar la pérdida de peso, ya que se estima que por cada 1% de grasa corporal que se reduzca, la velocidad aumentará en una proporción similar.

Es decir, si reduce en un 3%, eso le ayudaría a bajar de seis minutos por cada kilómetro a 5:49. Por supuesto, a medida que su porcentaje de grasa es menor, la mejoría por este concepto puede reducirse e influyen en mayor proporción otras mejoras fisiológicas que derivan del entrenamiento.

Pero en líneas generales, a medida que los niveles de grasa se reducen, la capacidad aeróbica aumenta, ya que los músculos tendrán menos competencia por la sangre, el oxígeno y los combustibles.

Tener un bajo peso corporal y un bajo porcentaje de grasa también contribuye a una mejor termorregulación durante la carrera. Así, al tener una menor proporción de tejido aislante de la temperatura, nuestro cuerpo retiene menos calor y lo disipa más fácilmente hacia el medio.

Por otra parte, imagine lo que padecen los tejidos de los miembros inferiores cuando corre con exceso de peso corporal. Así, estar muy pesado puede predisponerlo a diferentes lesiones por sobrecarga.

Como el peso es una variable que se modifica por muchos factores, su nivel ideal para correr puede ser una actividad escurridiza. Por lo tanto, es importante que sea meticuloso, tome y anote su peso en las mismas condiciones una vez a la semana, estime su porcentaje de grasa periódicamente y evalúe su mejora en el rendimiento en función de esta variable. Es posible que necesite ajustar su consumo de calorías y hacer variaciones en el entrenamiento que permitan a su cuerpo ajustarse más rápidamente a correr.

Alcanzar un peso corporal adecuado es muy importante para el desempeño del corredor. Sin embargo, debe ser muy cuidadoso procurando mantener un buen balance entre una alimentación saludable y un óptimo rendimiento.

Resumen de la conferencia impartida en el congreso “Ciencia en movimiento, de la salud al alto rendimiento” presentada por Gatorade Sports Science Institute y la UNAM