Las fracturas por estrés son una lesión muy común entre los corredores, de acuerdo a la Universidad de Michigan, una fractura por estrés es una grieta muy delgada que se produce en los huesos después de un uso repetido o prolongado.

En los corredores los sitios más comunes donde se producen fracturas por estrés son los huesos del pie (metatarsos) y el hueso de la pantorrilla (tibia).

La IAAF, el organismo regulador del atletismo, recientemente describió esta lesión con cierta resignación como la “maldición de los atletas”

The Running Front hace referencia a un estudio publicado en el journal Medicine & Science in Sports & Exercise que ofrece una esperanza al menos para los corredores, menciona que la simple alteración en la zancada o en la fuerza de las piernas puede reducir el riesgo para el tipo más común de fractura por estrés.

Los investigadores determinaron que reduciendo el largo de la zancada en cerca del 10% se podría reducir la carga en la tibia suficientemente para bajar el riesgo de una fractura por estrés.

Brent Edwards, autor principal del estudio e investigador post-doctorado del Departamento de Kinesiologia y Nutrición de la Universidad de Illinois en Chicago, dice “Sí tu pasas menos tiempo en la fase de vuelo al correr (en el aire) , golpearás el suelo con menos fuerza”, por otro lado golpearás el suelo más frecuentemente. En el modelo de Edwards, la reducción en peso de una zancada más corta compensa el impacto de las zancadas adicionales por kilómetro.

Otra manera simple de prevenir las fracturas por estrés es evitar una sobrecarga en el entrenamiento por un periodo prolongado, te recomendamos leer previniendo lesiones por entrenamiento excesivo.