Las aceleraciones o strides son carreras de entre 80 y 100 metros en las que inicias parado hasta que alcanzas aproximadamente el 85%-95% de tu velocidad máxima, para disminuir gradualmente hasta detenerte. Una aceleración debería llevarte entre 20 y 30 segundos, dependiendo de tu capacidad. Al final debes tomar entre 60 y 90 segundos para recuperarte; ya sea regresar caminando o esperar donde terminaste para arrancar la siguiente aceleración.
Puedes comenzar con tres o cuatro aceleraciones por sesión y después de unas semanas aumentar a seis. Es una rutina sencilla y flexible que puedes realizar en muchos lugares como una pista de atletismo, un parque, un campo de futbol o en una calle que sea segura.
Las aceleraciones son una rutina para desarrollar velocidad, su objetivo no es el desarrollo aeróbico o la resistencia. Más bien, se trata de acostumbrar tu cuerpo a correr rápido y mejorar tu técnica. Al forzar tu cuerpo a correr rápido lograrás correr más eficiente, es importante que cuides tu forma al correr estas carreras.
Los strides han sido un elemento básico de los equipos de atletismo tanto amateur como elite. Ya seas un velocista, un corredor de trail o un maratonista, las aceleraciones son un componente fundamental de velocidad y coordinación.
¿Cuándo realizar las aceleraciones?
Generalmente en dos situaciones:
- Después de un easy run o trote de recuperación – Ayudan a aumentar el rango de movimiento de tus músculos, trabajar en el turnover de tus piernas y mejorar la forma.
- Antes de un entrenamiento o carrera – Como parte del calentamiento, te preparan para correr rápido evitando lesiones. Sirven como transición a una carrera más intensa y sostenida.
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